Duarte Núñez de Acosta



SONETO DE TRES SENTIDOS

A Ricardo


Ricardo, mira el vivo fuego en que ardo

por ti. Valerio dame pena, y calma
lo que ofrece el Rei. Recibe este alma
que para dueño tal la tengo y guardo.

Si amor rindiendo un ánimo gallardo

le roba al cuerpo, el mío se desalma
por el Rei mismo no; ¿será la palma
para Valerio? ¡No, para Ricardo!

Advierto que yo en mi ventana espero

al mismo que por dueño elegir quise.
Valerio que no me hable sólo quiero.

El Rei para mi esposo mal me dice.

Ricardo a quien en mi elección prefiero
el mismo Cielo le eternice. Nise.



A Valerio


Ricardo mira el vivo fuego en que ardo

por ti, Valerio. Dame pena y calma
lo que ofrece el Rei. Recibe este alma
que para dueño tal la tengo y guardo.

Si amor rindiendo un ánimo gallardo

le roba al cuerpo, el mío se desalma
por el Rei mismo no; ¡será la palma
para Valerio! ¡No para Ricardo!

Advierto que yo en mi ventana espero

al mismo que por dueño elegir quise,
Valerio. Que no me hable sólo quiero

El Rei; para mi esposo mal me dice

Ricardo. A quien en mi elección prefiero
el mismo Cielo le eternice. Nise.



A el Rei


Ricardo mira el vivo fuego en que ardo

por ti. Valerio dame pena y calma
lo que ofrece él. Rei, recibe este alma
que para dueño tal la tengo y guardo.

Si amor rindiendo un ánimo gallardo

le roba al cuerpo, el mío se desalma
por el Rei mismo; no será la palma
para Valerio, no para Ricardo.

Advierto que yo en mi ventana espero

al mismo que por dueño elegir quise.
Valerio que no me hable; sólo quiero

El Rei para mi esposo; mal me dice.

Ricardo; a quien en mi elección prefiero
el mismo Cielo le eternice. Nise.

Duarte Núñez de Acosta

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